Chia-Pin (Simon) Yu es doctor y trabaja como profesor asociado de la Escuela de Silvicultura y Conservación de Recursos de la Universidad Nacional de Taiwán, como subdirector del Bosque Experimental de la Universidad Nacional de Taiwán y becario Fulbright de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard.
Es un referente en Terapia de Bosque en todo el mundo, y sonríe al recordar cuando un amigo lo sacó de la depresión con el surf. El océano y la selva subtropical en la que creció le convirtieron en un investigador preocupado por la salud de las personas mayores a través de los baños de bosque. Ha llegado a resultados significativos sobre cómo la naturaleza mejora la cognición y la salud mental y física en general.
Durante el I Seminario Global Ciencia, Naturaleza y Salud, hablará de «Los efectos de la terapia de bosque en el rendimiento cognitivo y la salud mental de las personas mayores».
Surcando las olas de la salud
«Nací en una ciudad, pero pasé la mayor parte del tiempo de mi infancia en Kenting, una zona rural donde vivía mi tío granjero, con océano, arroyo y parque nacional subtropical situada en el sur de Taiwán. Fue una época maravillosa, ese lugar es como el paraíso.
«Trepábamos a los árboles, encontrábamos cangrejos en el río, y ahí se produjo mi primera conexión con la naturaleza. Más tarde, durante mi último año en la universidad, sufrí un accidente familiar que derivó en un síndrome depresivo, y mi amigo me llevó a hacer surf. Los síntomas depresivos me hacían perder la memoria, perder el sueño, y mi salud física y mental no era buena en aquel momento, pero después de hacer surf la cosa cambió. Durante el surf sentía que afuera estaba precioso y que tenía que concentrarme en mi actividad. Algo más parecido al mindfulness, y mi salud mental fue bien.
«Descubrí que la actividad al aire libre en conexión con la naturaleza es buena para la salud humana y decidí hacer el doctorado en este campo. Por eso me fui a Estados Unidos a estudiar naturaleza y recreación. Pasé cinco años y medio en EE.UU. y tuve la suerte de volver a Taiwán y conseguir un trabajo en la Universidad Nacional de Taiwán, que es una de las mejores universidades de Taiwán.
«Recibí una oferta del departamento de Conservación de Recursos Forestales, así que combiné mis conocimientos con este departamento. Busqué bibliografía y vi que había un campo para hablar del bosque y la salud humana. En el campo forestal lo llamamos terapia de bosque, y en el turístico, turismo de bienestar. Así que mi investigación se centra en la Naturaleza, la Recreación y la Salud Humana».
El enfoque en la investigación y el envejecimiento
«Seguí este camino y estudié durante 11 años para llevar a la gente a la naturaleza durante la práctica de la Terapia Forestal, viendo cómo la naturaleza cambia su mente y su cuerpo. Por ejemplo, equilibra la presión sanguínea, mejora el sistema inmunológico, las ondas cerebrales, las ondas beta bajan, las ondas alfa suben… La naturaleza contribuye al rendimiento cognitivo, y también vemos mejoras en la salud mental. Las emociones negativas disminuyen y las positivas aumentan. Vemos que el nivel de creatividad mejora después de un campamento de Terapia de Bosque de 3 días y 2 noches, lo que resulta bastante fascinante y significativo en mi investigación».
«Considerando el desarrollo de la terapia de bosque, no veo ninguna resistencia, el gobierno y las instituciones la apoyan. Taiwán es una sociedad que envejece, cada vez más gente envejece, por lo que encontrar una manera de prevenir el envejecimiento y aumentar la salud mental y la salud física es un gran tema en Taiwán.
«Me centré en la Terapia de Bosque empezando por los grupos de mediana edad y ancianos. Recibí apoyo de la Oficina Forestal y financiación de la Fundación Nacional de la Ciencia. También tuve mucho apoyo y, además, desde la Universidad de Harvard estamos haciendo colaboraciones sobre cómo la naturaleza contribuye a la salud humana».
Reflejos de la naturaleza
«Durante el I Seminario Global hablaré de un tema muy interesante, utilizamos los parques urbanos. El deterioro cognitivo es un problema en la sociedad que envejece. Así que desarrollamos una intervención de Terapia de Bosque de 12 semanas para mejorar la cognición de las personas mayores. Escaneamos sus cerebros mediante resonancia magnética, examinamos el rendimiento cognitivo de las personas y vemos cómo las intervenciones cambian su cognición. Se trata de un proyecto en curso, ya hemos terminado la primera recolección de datos, pero ahora vemos cómo mejoran sus emociones, aumenta su creatividad y mejora su salud cognitiva».
«También hemos desarrollado el certificado y los cursos de Terapia de Bosque en Taiwán. Con el apoyo de la Oficina Forestal de Taiwán, estamos formando a terapeutas forestales.
«Un día recibí una reflexión de una persona mayor de una de nuestras investigaciones sobre parques urbanos. Me dijo: ‘He ido todos los días al parque urbano, pero gracias su equipo, me ha hecho ver las diferencias, antes no podía ver los detalles en la naturaleza, ahora puedo reconocer la belleza de la naturaleza’. Él estaba allí, pero su mente no. ‘Hay tantos detalles en la naturaleza que disfruto muchísimo». Eso es totalmente gratificante, me alegra mucho haberlo oído».
«En otra ocasión llevé a un estudiante a escalar una de las montañas más altas de Taiwán, de más de 3 mil metros, donde puedes contemplar la espectacular vista y te das cuenta de que llevan allí un millón de años. Tu confusión y depresión en este lugar no significan nada, tu ansiedad no es nada. Creo que ha sido uno de los momentos más bonitos que he vivido.
«Tengo mucha suerte de tener la oportunidad de trabajar como becario en la Universidad de Harvard, en la Escuela de Salud Pública. Veo diferentes investigaciones allí y tengo suerte de haber establecido una buena conexión los formidables colegas de allí».
Ph: Cortesía de Chia-Pin (Simon) Yu