Marta Ayats es enfermera, Master en Medicina Tropical y formada en Ecología Emocional. Su trabajo en Cooperación Internacional y Acción contra el Hambre la llevaron a Sudán del Sur, Guinea Conakry y Guatemala. Es Guía de Baños de Bosque y Profesional de Terapia de Bosque.
Ha diseñado y liderado intervenciones basadas en la naturaleza para distintos grupos específicos de población, como mujeres víctimas de violencia económica y de género y emigrados.
La sensibilidad, experiencia e integridad de Marta la convierten en una de las más inspiradoras profesionales del staff de Forest Therapy Hub y una de las formadoras y mentoras más queridas.
El bosque a través de la ventana
«Hay quien empieza la casa por el tejado y yo empecé los Baños de Bosque por la ventana. Pasaba horas tramitando expedientes y cuadrando hojas de cálculo en la oficina y la ventana no dejaba de llamarme la atención: el río, los árboles, las distintas tonalidades de las montañas, el cielo… Era como si algo me dijera ‘la solución está aquí’. Empecé a buscar información por internet, encontré artículos sobre los beneficios de la naturaleza y finalmente di con los Baños de Bosque. Decidí formarme en la metodología FTHub para entender todo lo que podía ofrecerme el paisaje que vislumbraba a través de la ventana.
La grandeza de la naturaleza y sus inesperados mensajes
«Me formé como enfermera y trabajé unos años en el hospital. Luego hice un Máster en Medicina Tropical y trabajé para la ONG Acción Contra el Hambre en programas nutricionales en Sudán del Sur, Guinea Conakry y Guatemala. En esos países conocí la naturaleza en toda su grandeza: por su belleza y su inmensidad, pero también por su enorme fuerza. En 2005, por ejemplo, estaba en Guatemala cuando llegó el huracán Stan.
«La lección más valiosa de los años en los que estuve trabajando como expatriada me la dieron las personas de los países en los que trabajaba, especialmente las que vivían en las zonas más humildes. En el mundo occidental a menudo hablamos de nuestra relación con la naturaleza. Lo expresamos así porque hemos perdido de vista algo esencial: somos naturaleza. Lo recordé gracias a ellos y esta idea para mí es fundamental. La conexión con la naturaleza que se consigue a través de los Baños de Bosque implica necesariamente la conexión con nosotros mismos. Con este ‘soy naturaleza’ que en Occidente tendemos a olvidar».
Ecología Emocional
«Me ofrecieron un trabajo en Acción contra el Hambre en Madrid dando soporte a compañeros que trabajaban en programas nutricionales en distintos países y la experiencia en Cooperación Internacional me llevó a la administración pública, en la qué aún sigo.
«Una de las cosas que más valoro son las relaciones humanas. Por eso me formé en Ecología Emocional, que sirve para mejorar la relación que tenemos con nosotros mismos, los demás y el medioambiente. Y las formaciones en los Baños de Bosque y Terapia de Bosque me han permitido encontrar la fórmula para acompañar a las personas en su proceso vital.
«Trabajo en los servicios sociales de la administración local en Garrotxa (Girona, España), una comarca con una gran riqueza natural donde, a raíz de mi formación como Guía de Baños de Bosque y de Profesional de Terapia de Bosque, hemos incorporado los Baños de Bosque a la atención que brindamos a las personas. Además, soy Coordinadora de formaciones, formadora y mentora, para compartir el método FTHub y el Modelo de Interacciones Líquidas con muchas más personas. Los ratitos que me quedan libres, que no son muchos, los dedico a Silvae, ofreciendo Baños de Bosque y Terapia de Bosque de proximidad a personas y organizaciones».
Inmigrantes, mujeres y desarrollo personal
«Llevo a cabo distintas intervenciones. En primer lugar, los Baños de Bosque destinados a la población en general. Se trata de una experiencia de bienestar y acostumbra a ser una primera toma de contacto, aunque la experiencia va mucho más allá de un día porque los participantes se llevan herramientas que pueden aplicar a su vida cotidiana.
«Luego, llevo a cabo la Terapia de Bosque para colectivos específicos. A lo largo de 2021, la hemos diseñado e implementado intervenciones para diferentes ciclos de vida y poblaciones específicas (profesores universitarios con estrés, adultos mayores y soledad, poblaciones de salud mental, atención de niños y adolescentes, discapacidad intelectual, entre otros). Dos de los grupos son personas que han vivido recientemente un proceso migratorio traumático, y mujeres que padecen violencia económica -sobre quienes su pareja o expareja ejerce un control y manipulación total sobre su autonomía económica-.
«Finalmente, en FTHub estamos diseñando e implementando prácticas vinculadas al desarrollo personal. Muchos participantes verbalizan cómo los Baños de Bosque les ayudan también en la faceta del crecimiento humano. Así pues, partiendo de la experiencia acumulada, estamos diseñando programas específicos como ‘Wild White‘, con herramientas en las que la naturaleza nos ayuda no sólo a estar mejor, sino también a ser mejores».
Proyectos pioneros inspiradores
«Todo proceso migratorio tiene un fuerte impacto en la vida de las personas. La migración comporta pérdidas y estas implican duelo. Si estos procesos de duelo se complican, producen un amplio conjunto de síntomas psicológicos y somáticos. Es importante que este cuadro no empeore y derive en trastornos de salud mental más graves.
«Por esta razón, juntamente con una psicóloga y otros trabajadores del ámbito social, estamos desarrollando intervenciones de Terapia de Bosque con personas migradas. Aunque la experiencia es reciente, ya se aprecian resultados en la calidad del sueño y en el hecho de relativizar algunas de esas pérdidas, por ejemplo no poder estar con la familia durante las fechas de Navidad.
«Por otro lado, con el ayuntamiento del municipio de Sant Pere de Ribes y su servicio de atención a la mujer, también hemos desarrollado intervenciones con mujeres víctimas de violencia económica. Son mujeres a las que la dependencia económica de sus parejas ha comportado maltrato, por lo que empoderarlas resulta vital. También en este caso los resultados han sido positivos y en 2022 se continuará interviniendo con este colectivo.
Este último proyecto, ‘Servicios ecosistémicos para el bienestar de las personas en Sant Pere de Ribes’, fue elegido como uno de las «experiencias inspiradoras en áreas protegidas» en el Anuario EUROPARC 2020, apoyado por el Ministerio de Transición Ecológica y la Fundación Biodiversidad.
«En suma, cada cual debe encontrar su propio camino. El paisaje que yo veía por la ventana me llevó a un sendero precioso, donde la naturaleza nos cuida y a la vez nos invita a cuidarla. Un sendero que espero seguir disfrutando y compartiendo con los que así lo deseen».