Milene Domingues es Guía de Baños de Bosque y Profesional de Terapia de Bosque de Portugal, formada por FTHub luego de asistir a un workshop de introducción en Lisboa.
Ofrece a través de su proyecto Ngura – Bosque que cura, Baños de Bosque de un día y workshops de dos días en Óbidos, y Retiros de Baños de Bosque de tres días en las islas Azores. Un lugar “sin ruidos, autos ni motos”, donde en un lado del sendero hay arroyos con agua fresca y del otro, aguas volcánicas curativas.
Dice que el lugar es «místico» pero ha estado estudiando y explorando semanas enteras el terreno para elegir los senderos, zonas y trayectos mejores para sus paseos.
El primer bosque terapéutico
«FThub me ayudó a concretar un sueño, que es plantar y tener mi bosque terapéutico en Portugal, pero necesitaba concientizar a las personas en su relación con la naturaleza para eso. Esta formación me hizo caer las fichas para que todo se acomode.
“Hice la formación de Guía de Baños de Bosque, sentí que quería seguir y decidí hacer la formación de Profesional de Terapia de Bosque. Gracias a eso conocí a personas ligadas a este mundo, lo que me permitió crear cosas nuevas y únicas, como estos retiros en Azores y los workshops de dos días, además de los baños de bosque.
“Normalmente hay dos grupos de personas que vienen a los paseos: uno general, de personas que no saben a qué van pero tienen una gran necesidad de volverse a relacionar con la naturaleza. Y luego el público de los retiros, que es un público que pide ayuda, que está consciente de que necesita desacelerar y ayuda para resolver problemas de ansiedad, de estrés laboral. Son personas conscientes de que precisan volver a respirar y desacelerar, conscientes de lo que necesitan.
Pedir apoyo al bosque en tus procesos
“Estos programas de tres días son más profundos, es donde aplico la Terapia de Bosque. Son en tres bosques diferentes en las Azores, no hay baño, cocina, no hay ruidos. En el primer nivel las personas toman conciencia de sus sentidos -y de que tienen más de cinco sentidos-, a través de distintas actividades y experiencias.
“En el segundo día comenzamos a introducir intervenciones de Terapia de Bosque, las personas van más adentro, más profundo. Se crea una relación con la naturaleza y empiezan a percibir que no están solas, que pueden recurrir a la naturaleza y pedir apoyo al bosque en sus procesos.
“El tercer día es el de tomar conciencia de que no están solas, de el bosque cura, donde hago un abordaje a través de los árboles para distintas patologías».
Labor de Guía
“El lugar es mágico, es místico, es cura pura. Pero estuvimos tres semanas solo para explorar senderos. Entonces no necesito hacer prácticamente casi nada porque la naturaleza hace todo.
«En algún momento de mi trabajo como Guía, comprendí que lo más importante es percibir y sentir el grupo que estamos guiando. Tener esa capacidad de lectura: ¿qué es lo que precisan estas personas hoy? Se trata más de sentir a las personas que tienes enfrente y fluir, tal como la naturaleza, como el agua, como el viento. Sentir y entregarse, y el resultado es muy gratificante».